Nueva ruta experimental en compañía, de nuevo, de Manolo y Julio.
Hoy queremos conocer y recorrer una presa que hay a 1 km nada más atravesar Arroyomolinos por el carril bici, alguna que otra vereda nueva por la cual no haya pasado del Río Guadarrama y pasar por Batres ya que no lo conocemos.
La ruta de hoy la comenzamos saliendo de LA SERNA, como siempre, pero esta vez atravesando por varios parques a las afueras de Fuenlabrada hasta llegar a la BP del "Naranjo", dónde están los campos de fútbol, dónde cruzamos la M50 por un puente y vamos dirección a la urbanización Miraflores atravesando por otro puente la Radial 5.
Saliendo de la urbanización nos incorporamos a Möstoles por uno de los polígonos industriales, el cual atravesamos hasta llegar al camino que pasar por LOS COMBOS y nos lleva directamente a coger uno de los carriles bici de Arroyomolinos hasta que lo cruza la carretera y tenemos que cruzar a pié al otro lado del carril bici pero esta vez continuamos por un camino que sale a nuestra izquierda y llega a una bifurcación de caminos, la cual elegimos el de la izquierda que transcurre todo por veredas y trialeras hasta llegar a unas ruinas cerca de la presa que queríamos conocer.
Trialeras parado Arroyomolinos |
Llegados allí nos hacemos unas foticos y tomamos rumbo a la urbanización Cotorredondo, no antes de atravesar un arroyo y subir un puente que cruzaría, de nuevo, la Radial 5.
Julio y yo en las ruinas |
Hasta la urbanización de Cotorredondo es apenas un trazado de menos de 2 kms pero en lluvia, con bastante arena y muchos desniveles por el camino.
Llegados allí decidimos bordear dicha urbanización hasta estar en paralelo con el Río Guadarrama y al final de la urbanización encontramos una valla que nos prohíbe el paso pero a su izquierda está hecha la vereda para poder pasar con la bici.
Continuamos esa vereda muy muy bonita y recomendable hasta la gasolinera que está en la carretera de Batres y El Alamo. Hasta entonces nos encontramos que en dicha vereda desembocan varias trialeras que vienen desde el Monte de Batres y, también, nos hemos encontrado con varios ciclistas, los cuales unos venían e iban en sentidos opuestos por la vereda en la que nos encontrábamos. Durante el recorrido por esta vereda hemos tenido que atravesar unas 3 fincas privadas, las cuales antes de entrar y salir de ellas ha habido que abrir y cerrar las pertinentes puertas de entrada-salida a las fincas.
Llegados a la gasolinera intentamos hinflar una de las ruedas que Julio llevaba floja y también Manolo intentaba colocarse bien las calas ya que le estaban dando varios problemas y, de hecho, se tuvo que quitar la zapatilla en un momento, dejándola puesta en el pedal ya que no podía desengancharse de los automáticos.
Se notaba el frío de estos días ya que al lado del compresor de aire se encontraba un cubo de agua congelada y el chorro que caía desde el grifo al cubo era una completa estalacmita. Aquí, antes de partir, charlamos con varios ciclistas que nos informan de sus rutas de ese día y nos informan cómo ir a Batres.
Una estalactita perfectamente hecha |
Nos ponemos en marcha y cogemos camino a Batres bordeando la carretera, dejando atrás la gasolinera y continuamos por unas veredas hasta coger un camino el cual nos lleva en subida durante 1 km más o menos en el cual llegado a la cúspide de la cuesta, me paro para hacer unas fotos esperando a Julio y Manolo, ya que la subida es dura.
Después de esperar a que Julio y Manolo llegases a dónde estaba yo, continuamos el camino hasta Batres por veredas y algunas trialeras muy majas.
Julio llegando y Manolo al final después de una gran subida hacia Batres |
Le costó pero finalmente Manolo llegó |
Minutos más tarde llegamos a Batres, un pueblo pequeño pero con grandes cosas que ver como el castillo, la plaza del pueblo,.... Nos dirigimos a la plaza del pueblo dónde tomamos el café de media mañana y leemos el periódico para ponernos al día.
Vistas desde el aire de Batres |
El centro del pueblo de Batres con la Iglesia al fondo |
Retomamos nuestro camino y salimos del pueblo por las indicaciones que nos ha dado el camarero del bar dirección a Serranillos del Valle. Todo ello lo hacemos por campo abierto y alguna que otra vereda que se veía y estaba marcada por el paso de las bicicletas o motos hasta enganchar otro camino que coincidía con la cuenca del Río Guadarrama y por la cual vimos a más de un ciclista.
Nada más llegar a coger dicho camino, divisamos a lo lejos Serranillos del Valle a dónde llegamos en escasamene 10 minutos debido a lo cerca que estaba.
Allí atravesamos el pueblo hasta llegar a la carretera que llega hasta Griñón, pero ya ésta zona la conocemos de alguna que otra ruta y nos dirigimos a pasar al lado del cementerio de éste pueblo para tomar dirección por un nuevo camino hacia Moraleja de Enmedio. Mientras, nos damos cuenta de la infinidad de caminos que hay en la cuenca del Río Guadarrama, se pueden hacer muchísimas rutas distintas sin necesidad casi de pasar por los mismos caminos.
Hacía calor y Manolo hoy no se encontraba muy bien, después de la paliza del trabajo de esa misma semana así que bajamos el ritmo para poder llegar todos juntos como siempre.
Por fin, kms más adelante conseguimos divisar Moraleja de Enmedio y enganchar el camino que realizamos casi siempre cuando pasamos por aquí hasta llegar a Fuenlabrada.
Al llegar a Fuenlabrada paramos en una gasolinera para lavar las bicis e hinflar la rueda trasera de la bici de Manolo que se le había pinchado pero que aguantaría hasta llegar a casa.
Esta vez, vamos de la gasolinera directos al bar al lado de casa de Manolo a tomarnos un refrigerio antes de irnos cada uno a nuestra casa.
En conclusión, una buenísima ruta.
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