miércoles, 11 de junio de 2014

ENSEÑANDO A ALBERTO LOS MONTES DE BOADILLA (60 kms)

Hoy de nuevo he vuelto a salir a pedalear un poco, que en un principio no lo iba a hacer pero a Alberto se le ha antojado conocer los senderos y caminos por los Montes de Boadilla por dónde pedaleé ayer y "he tenido que salir", jejeje.

¡¡¡ Vaya semanita que llevo a día de hoy !!!, El domingo, ayer y hoy pedaleando y todavía estamos a mitad de semana.

Había quedado a las 17.00 con Alberto detrás del C.C. Tres Aguas (Alcorcón) para coger el mismo camino y track que realicé con Julio ayer.

A las 16.35 ya había llegado al punto de encuentro ya que desde casa tengo algo menos de 13 kms y he venido "tranquilito" así que he tardado unos 40 minutos. A continuación mando un whatsapp a Alberto para avisarle que ya estoy aquí y me responde al momento.

Eran las 17.00 en punto cuando aparece Alberto y comenzamos a pedalear "tranquilitos" "a mi ritmo", jajaja (Alberto creo que sabe por qué lo digo, jajajaja).

A partir de ese momento el cielo está nublado no, lo siguiente; sobre nosotros estaba una nube de kms que finalmente no tardó en descargar un poquito de camino a los Montes de Boadilla.

Apenas en un santiamén, calculo que en 30 minutos o así, llegamos a la primera zona de los Montes de Boadilla donde la cual nada más adentrarnos en ella hemos realizado una nueva variante bordeando toda la zona completamente vallada, dejando solamente a nuestra derecha urbanizaciones y fincas privadas, el hospital MontePríncipe...

Después de bordear toda esa parte de monte llegamos a la zona donde se encuentra el Club Las Encinas de Boadilla y atravesamos la M-513 por debajo de un puente de la carretera para acceder a la segunda parte del monte por donde hemos pasado.

En esta parte hemos comenzado a "subir" hasta casi el Club de Golf Las Rejas de Majadahonda por donde hemos llegado hasta allí por senderos y hemos comenzado un sube y baja por caminos-senderos muy chulos pero en algunos puntos se hacían técnicos si se cogían a alta velocidad como ha sido nuestro caso ya que nos encontrábamos de bajada varias S de curvas en las cuales la bici se te cruzaba o derrapaba y tenías que sujetarla y controlarla muy bien para no poner tu cara en el suelo.

Después de todo ello hemos cogido un sendero de subida hasta llegar a bordear la M-516 completamente por caminos chulos con sube y baja pero que se pedaleaba muy bien.

Llegando a la altura de Boadilla del Monte, continuamos descendiendo ahora siguiendo el límite de la valla y de dicha parte de los montes para bajar por una bajada super rápida y que disfruta mucho si bajas sin tocar los frenos para nada, la cual nos lleva a dejar a nuestra derecha la M-513.

Apenas unos 300 metros antes de llegar a una salida para acceder, de nuevo, a la otra zona de montes donde hemos estado al principio, nos toca subir una cuesta de apenas 30 metros si llega pero con una inclinación que te hace bloquear la horquilla, echarte hacia delante de la bici porque sino vuelcas, apretar los dientes y llevar un desarrollo super liviano para subirla porque sino te toca poner pié a tierra o lo que es peor a mitad de la cuesta y no darte tiempo a quitarte los automáticos tocar el suelo con tu cuerpo.

Pasando todo ello y habiendo cruzado al otro lado, la primera zona de los montes, simplemente realizamos un recorrido por un sendero y camino para llegar a la misma zona por donde habíamos accedido a los montes pero de una manera distinta menos los últimos metros que se realizan por la misma zona.
Ya podéis imaginar....
Desde este momento y hasta la vuelta a casa el recorrido realizado es el mismo y la condiciones climatológicas también, ya que a partir de la Ciudad del Banco Santander nos ha empezado a hacer un viento endiablado en contra y veíamos al fondo nuestra la localidad de Alcorcón con una nube kilométrica que como descargase nos íbamos a poner hasta las botas de agua.

Todo fué así.....En el parque Polvoranca nos despedimos Alberto y yo, con tan buena suerte que desde ese momento hasta casa me ha caído la de Dios sea bendito y lo peor de todo imaginad que el agua más la arena que se acumulaba en las ruedas formaba un barrillo muy chulo que en contacto con la piel la sensación era maravillosa, jajaja.

Finalmente he tenido que lavar la bici en el lavadero al lado de casa porque sino no había quién metiese la bici y yo me he tenido que meter directamente en la ducha porque era una mezcla de agua, barro y sudor.



No hay comentarios: