domingo, 25 de mayo de 2014

UN GRAN DÍA POR LA SIERRA MADRILEÑA (54 kms)

Ayer realizamos una grandísima ruta en gran compañía (Ángel "El Chatanga", Rober, Rodri, Javi y yo).

La idea principal era un gran recorrido ciclado por Rodri de 85 kms saliendo desde Collado Villalba y pasando por varios puntos "estratégicos" y con grandes paisajes de la sierra madrileña.

Íbamos a estar los 3 hermanos Sánchez, pero debido a una indisposición de última hora mi hermano Jorge no pudo asistir y le echamos mucho de menos porque al acabar la ruta y durante la misma, imaginábamos que le hubiera encantado.

Habíamos quedado a las 8.00 en la Atalaya pero unos whatsapp de mi hermano Jorge a las 7.15 me informan de la no asistencia a la ruta así que me pongo en contacto con mi hermano Ángel y finalmente viene a recogerme a Fuenlabrada para partir desde allí los 2 camino a Collado Villalba donde habíamos quedado a las 9.00 con el resto del grupo.

Eran las 8.35 cuando llegamos al punto de quedada, aunque después nos damos cuenta que nos habíamos desvianos unos 50 metros del sitio de quedada original pero no ha sido impedimento alguno.

Después de unas llamadas de rigor, hemos contacto con Rober y Javi que nos estaban esperando practicamente enfrente de donde habíamos aparcado el coche.

Eran las 9.15 aproximadamente cuando llega Rodri y entre unas cosas u otras, además de los preparativos, salimos pedaleando a las 9.30 saliendo por las afueras de Collado Villaba para disfrutar durante unos minutos muy muy chulos por unos senderos increíbles y super técnicos hacía los embalses de Valmayor y Los Arroyos.
El paso por los Embalses

Continuamos la ruta por la Senda Las Merinas hasta que llegamos al Escorial por el cual callejeamos un poco tomando camino hacia el Monasterio del Escorial donde hacemos la primera parada del día para tomar un refrigerio y descansar un poco, algunos más que otros, jejeje.

A estas alturas Rober ya estaba "protestando" un poco sabiendo o imaginando lo que le esperaba después de que Rodri le indicase por donde íbamos a continuar...
Llegados al Monasterio

Apenas después de 10-15 minutos comenzamos la ascensión por una de las urbanizaciones de San Lorenzo del Escorial y desde este punto comienza la parte más dura y técnica del recorrido.

Después de subir durante un tiempo por las urbanizaciones enganchamos camino para subir hacía el Pinar del Monte Abantos por donde disfrutamos de unos paisajes indescriptibles y más que preciosos.

Durante el trayecto tenemos que parar por un pinchazo de Rober, durante el cual nos reímos muchísimo todos comentando imaginaciones nuestras, jajaja.
Sin palabras del paisaje
Desde este punto apenas unos metros más adelante de donde pinchó Rober, nos desviamos para subir por las zetas del pinar que son senderos muy chulos y muy técnicos con raíces de los árboles, pedregoso en algunos momentos pero que mientras se subía "sufriendo" en algunos momentos se podía divisar el paisaje idílico por el que estábamos pasando.

Rodri y yo, íbamos un poco distanciado del resto aunque mi hermano Ángel nos tenía siempre en el punto de mira y nunca iba muy retirado de nosotros pero Rober y Javi subían a su ritmo constante y sin pausa.

Habiendo llegado al punto más alto de las zetas continuamos por una especie de vía pecuaria y nos quedaba la parte más dura que es la zona asfaltada durante 2 kms con una importante inclinación pero que al llegar arriba he sentido una gran satisfacción personal por no haberme bajado de la bici en ningún momento y ver que me encuentro en una gran forma física por lo que he podido notar.

Habíamos llegado Rodri y yo y quedaba por llegar el grupo restante que no tardó mucho en llegar, pero siempre detrás nuestra ahí estaba al acecho mi hermano Ángel como todo un escalador profesional, subía con ahínco y desparpajo sin bajarse de la bici y sufriendo como un biker total.
El Embalse del Tobar al fondo

A estas alturas mi hermano había dado por concluida "su ruta" por la exigencia del recorrido no creo pero por el tiempo que tardaría en llegar finalmente a casa pero tiempo después aguantó como un jabato unos 30 kms más del recorrido casi.

Descansamos unos 10 minutos, disfrutando del paisaje que teníamos a nuestro alrededor a esas alturas, comemos algo y ya comenzamos con la parte más liviana del recorrido. Apenas 2 kms más de subida y falso llano para llegar a un descenso vertiginoso.

Vamos camino a Robledondo la cual hasta entonces llegamos después de una vertiginosa bajada a altas velocidades en las que lideraba Rodri mientras Rober y yo nos salíamos en alguna que otra curva cerrada aunque gracias a los buenos frenos de las máquinas que montamos nos libramos de una caída importante.

Al final de dicha bajada, esperamos a Javi que tarda unos segundos más en bajar y comenzamos más bajada por una senda muy muy chula por la cual Rodri hacía 5 años que no pasaba pero pudimos disfrutar de un exigente recorrido ya que era muy muy técnico con zonas muy pedregosas, encharcadas, embarradas..... todo ello para llegar al Puerto de la Cruz Verde, donde vimos que estaba lleno de motos y había aparcados al lado de la rotonda a un par de coches camuflados de la Guardía Cívil, para no variar...
Llegando al Puerto de la Cruz Verde

Pasamos el puerto sin parar a tomar nada y vamos camino a Zarzalejo por otros caminos y senderos muy muy muy chulos que Rodri nos guiaban como si fuera todo un profesional de esto aunque se notaba que conocía el recorrido aunque iba guiándose del gps de su móvil, jejeje.

Después de disfrutar de mucho mucho sendero, fueron unos 12 kms o algo más de descenso por sendas, senderos, caminos... llegamos a Zarzalejo donde Rober, mi hermano Angel y yo decidimos coger el tren hasta Collado Villaba y no decidimos terminar el recorrido; en el caso de mi hermano y yo fué por que sino llegaríamos a casa sobre las 20.00 o más tarde y en el caso de Rober porque estaba fundido al no estar acostumbrado a realizar tantos kms y al ritmo que lo hicimos a lo mejor tampoco.

Finalmente acabaron la ruta desde Zarzalejo, Rodri y Javi que llegaron a las 19.00 a casita así que no me equivoqué en mi previsión y en la hora en la que hubiéramos llegado.

Ha sido una grandísima ruta que pone a cada uno en su sitio y sabe hacerte apretar los dientes en muchos momentos. En una ruta como esta se aprende a subir subir y subir, coger mucha técnica con la bici al tener que pasar por muchas zonas pedregosas y con raíces pero todo ello por senderos y a controlar la bici a altas velocidades por senderos, si es que quieres ir rápido..

Agradecer a todos la compañía y en especial a mi hermano Ángel que siempre hace miles de kms para estar junto con sus hermanos y gente para realizar rutas de bicis.

Iré adjuntando más fotos y vídeos en la crónica.




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