lunes, 24 de octubre de 2016

LA PISTERA DEL DOMINGO (60 kms)

Otra gran ruta realizada del domingo 16 de Octubre en la cual nos juntamos muy buen grupito: 8 bikers.

Esta vez la salida de la ruta no ha sido madrugando ya que habíamos quedado a las 9.00 en la parada del metrosur de Parque de los Estados en Fuenlabrada pero después de llegar 10 minutos antes de la hora de salida me encuentro que falta un biker, Dani, a lo que le llamo teniendo la "mala suerte" de confundirme en un número, ya que no lo tengo grabado en el teléfono nuevo su número, y se pone otra persona indicándome que era su madre, ¡¡¡ qué raro pensé !!!, pero como no sabía si vivía o no con su madre, escuchó como dicha mujer le indica a su "hijo" que le llamaba un amigo y con tan "buena" suerte que se llamaba Daniel tambien pero después de comprobar que no vivía en Valdemoro, como el verdadero Dani, me había equivocado de número, jejeje.

Llamo al número correcto y este me indica que está en la parada del Hospital de Fuenlabrada que era el sitio de quedada en un inicio pero que no había leído mi guasap de la noche anterior.

La cuestión final es que tuvimos que desplazarnos todos los bikers que estábamos allí hasta el hospital para "recoger" a los 3 bikers, contando él que estaban allí y tomar camino para continuar el track callejeando hasta la M-405 dirección a Humanes por la via de servicio hasta llegar a las afueras de dicha población.

Cogemos camino a las afueras de Humanes todos juntitos formando un gran grupeto y con un ambiente sensacional además del tiempo que acompañaba y nos encontramos a muchos cazadores que parece que estaban seleccionando la zona de cada uno a cazar mientras cruzábamos por un puente para evitar la M-410 dirección a Griñón.

Apenas a escasos metros de llegar a Griñón a las afueras de esta población, ¡¡¡ STOOOPP !!!, ¡¡¡ pinchazo !!!; Rufo, amigo de Juan, que ahora mismo no me acuerdo, había pinchado así que durante unos 15 minutos tocó realizar una parada con risas y buen ambiente a no parar hasta que terminó de arreglar el pinchazo Rufo y poder continuar.

Pasado este contratiempo, continuamos pasando por las afuera de Griñón en un visto y no visto para continuar el camino hacia el pueblo de Cubas de la Sagra, pueblo al que llegamos igualmente en un abrir y cerrar de ojos ya que desde dónde estábamos en Griñón allí apenas tardamos 10 minutos si llegó.

Llegados a Cubas de la Sagra lo atravesamos sin miramiento alguno hasta coger el camino que nos llevaría hasta Casarrubuelos, otro pueblo al que tardamos en llegar "nada" de tiempo.

Desde Casarrubuelos continuamos saliendo del pueblo para adentrarnos en un amplio camino que nos lleva hasta la zona del Señoría de Illescas, una urbanización bastante "bien avenida" con buen nivel de viviendas "no normalitas", jejeje.

Llegados a esta zona no paramos y seguimos callejeando hasta salir de la urbanización por una via pecuaria amplia que bordea el Arroyo de Guatén las vias del tren que más tarde atravesaríamos, con máxima precaución, para llegar a las afueras de Illescas por donde está instalada la plaza de toros, que por cierto es cerrada y muy muy chula contando con un gran terreno totalmente alisado para celebrar cualquier evento tipo conciertos, corridas de toros,....

En Illescas, al ser un pueblo con bastantes más habitantes creo yo que los anteriores, tenemos que tener mucho cuidado al callejear para evitar las vias del tren, de nuevo y dar con la via pecuaria que nos llevaría hasta el pueblo de Yeles pedaleando por parte del trazado de la Ruta de Don Quijote (Tramo 9 para ser más exactos) que pasa por allí.

Este camino es totalmente llano y en bajada la última parte hasta llegar a Yeles. 
En pleno Avituallamiento en Yeles

Llegados a la Plaza de España de Yeles realizamos una parada de avituallamiento en una churrería que ya había visto Juan el día anterior cuando pasábamos de nuevo por aquí, jejeje, y por supuesto por su parte tocaba realizar una parada para disfrutar de las porras y chocolate que servian, jejeje.

Buen garaje de bici llevábamos...
Juan no era el único ya que se unió otro amigo de Dani, que ahora mismo no me acuerdo del nombre, para tomarse tambien un buen chocolate con porras, no quiero ni imaginar la digestión de estos 2 bikers, jejejeje.

Aquí paramos 30 minutos entre unas cosas y otras seguramente, ya que no lo miré exactamente y volvimos a retomar la marcha camino a La Estación que es un barrio a las afueras de Yeles y donde se encuentra el poligono industrial de este pueblo.

Aquella zona la verdad que es bastante desértica para vivir y da algo de miedito el vivir por allí por ver que no pasa ni "Cristo".

Llegados a este punto pasamos por el centro de este barrio para coger la via pecuaria que nos llevaría a bordear las vias del tren, camino que no dejemos durante muuchos kms hasta desviarnos por el camino que nos llevaría hasta la Fuente La Teja para realizar una parada de unos minutejos.

En la Fuente La Teja qué decir tiene que estaba llena de bikers llegando, que estaban allí y se iban así que apenas rellenamos los bidones algunos, en mi caso no, unas foticos de rigor y poco más para continuar nuestro viaje para continuar por la via pecuaria que nos ayudaria a atravesar de alguna manera las carreteras M-404 y Radial 4 para "enganchar" la "Autopista" hacia Pinto por la cual pedalean muchos bikers todos los findes.
El grupeto guapo del día en la Fuente La Teja

Pasado todo el tiempo necesario para llegar a Pinto, realizamos un reagrupamiento ya que había 3 grupitos de bikers y cada grupo llevaba su ritmo.

El viaje de vuelta hasta Fuenlabrada se realizó como muchas otras veces, adentrándonos en los poligonos industriales de Pinto, coger camino a las vias del tren y Radial 4, pasar por los tubos....... y llegados al carril bici de Fuenlabrada en mi caso me desvié con la compañía de Juan y Rufo con los cuales tomamos el "avituallamiento" final en el bar al lado de mi casa, Manolo y Pepe se desviaron por otro camino para llegar a sus casas y Dani junto con su pareja de amigos continuar el carril bici hasta llegar al hospital.
Avituallamiento Final de Juan, Rufo y mío.

Finalmente una ruteja super chula, muy sencilla, con un tiempazo y compañia perfecta.

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