lunes, 18 de febrero de 2013

VUELTA AL EMBALSE DE VALMAYOR (55 kms)

El sábado nos decidimos y cambiamos a última hora para realizar una nueva ruta experimental y nueva, La Vuelta al Embalse de Valmayor.

Esta vez eramos 3 jinetes: Julio, Ángel "El Chatanga" y yo.

Habíamos quedado a las 8.15 para salir pedaleando desde Villanueva de la Cañada pero finalmente después de habernos equivocado, Julio y yo, de desvío por la carretera, llegamos por la M-503 al punto de quedada.

Finalmente salimos sobre las 8.30 pedaleando cogiendo durante un km aproximadamente un carril bici que nos llevaría hasta  la rotonda, la cual enlaza con la M-503 hacia Majadahonda, pero nosotros continuamos por la carretera dirección Valdemorillo, por la Avenida de la Serranía de Cuenca, la cual nos lleva de nuevo hasta la M-600.

Hemos tomado el "atajo" anterior para evitar todo el tráfico posible de coches por la carretera.

Llegados de nuevo a la M-600, continuamos por la carretera, dejando Valdemorillo a nuestra izquierda, hasta la M-510 que damos la vuelta para coger el desvío correspondiente, que cruza la M-600 y se adentra en la urbanización que hay nada más pasar el desvío de Valdemorillo a la derecha, dónde antes pasamos un camping a nuestra derecha.

Continuamos por la Calle Tajo, la cual nos lleva a salirnos de la urbanización, coger un camino y llegar hasta la Presa de Aulencia dónde nos realizamos unas foticos para retratar el momento y los grandes paisajes por allí.

Julio y yo en la pasarela de la Presa de Aulencia
Ángel y Julio con el sendero de ascensión al fondo
Después de esto, atravesamos la presa y comenzamos la ascensión por unos senderos en pendiente, donde metros más adelante nos encontramos con varios senderistas, que parece ser que venían de Colmenarejo por lo menos, pero lo que estaba claro es que habían madrugado.
Vistas de la Presa de Aulencia desde lo alto del sendero
Pasados estos metros llegamos a una vía pecuaria, en no muy buen estado, ya que era una mezcla entre asfalto y camino bastante bacheada, la cual nos lleva hasta Colmenarejo.

Llegados a esta localidad, y después de mirar el gps un momento, continuamos para adentrarnos ya por un camino dirección al Embalse de Valmayor, dónde hasta él, realizamos un mini descenso Ángel y yo, que bordeaba el camino por dónde Julio descendía sin problema y evitando los senderos.

Poco después ya divisamos el Embalse a nuestros pies, y Ángel va realizando las pertinentes fotos de rigor de la ruta de hoy.

Llegados al Embalse
Más tarde, nos adentramos en el Embalse para bordearlo por dentro ya que apenas tenía agua en comparación a años anteriores.

Estado del Embalse en estas fechas
Según íbamos avanzando teníamos que tener cuidado por las ruedas se híncaban bastante en las zonas arenosas del Embalse pero conseguimos llegar al sendero que bordea el Embalse y una finca privada y el cual nos llevaría hasta llegar a la presa del Embalse de los Arroyos.

Presa del Embalse de los Arroyos
Desde aquí continuamos bordeando el Embalse de Valmayor pero ya por senderos chulísimos donde se podía disfrutar de revirados pasos, algún que otro salto....

Un par de kms después decidimos pararnos a tomar un refrigerio durante unos 10 minutos, aproximadamente.

Habiendo llenado un poco el estómago continuamos el viaje disfrutando de los grandes senderos y cruzándonos ya a esas horas con muchos bikers.

Llegados a un punto y viendo que los senderos se acabaron seguimos bordeando el Embalse por dentro pero el camino se hacía cada vez más intransitable así que decidimos salir a una vía pecuaria, tipo "pista", la cual bordeaba también el Embalse, pero a los pocos metros decidimos adentrarnos otra vez por el Embalse.

Esto lo realizamos una vez más, pero al final cometimos un grave error y fué, continuar nuestro viaje durante casi 5 kms, en los cuales perdimos algo más de una hora seguramente, bordeando el Embalse subiendo y bajando rocas, andando con la bici ya que las rocas y las zonas arenosas hacían impracticables el MTB.

Durante este trayecto Ángel y yo no podíamos más y nos íbamos desprendiendo de ropa e inclusive los guantes por que el calor, la humedad del terreno y la paliza que llevábamos hasta entonces se hacía notar.

Los 3 supervivientes
Finalmente llegamos al punto dónde nos encontramos con 2 bikers y nos marcan el sendero a seguir, que por fin, cogemos y continuamos por él hasta tener que atravesar una especie de arroyo, dónde tenemos que realizar algún que otro malabarismo para no caernos en él.

En pleno paso por el arroyo
Después de esto, seguimos disfrutando de los senderos hasta que llegamos a la urbanización "La Pizarrera" la cual nada más adentrarnos averiguamos el camino para continuar la ruta.

Dicho camino, se hace duro la verdad, debido al gran esfuerzo realizado hasta ahora, sobre todo por los kms del Embalse a pié.

Mientras tanto nos cruzamos con bastantes bikers que venían en sentido contrario al nuestro y nosotros después de disfrutar de unos kms de llano-bajada comenzamos unas subidas que "picaban" bastantes nuestros gemelos y piernas en general.

Después de estos "largos" kms, llegamos a la urbanización "El Paraíso", la cual atravesamos en un santiamén para llegar a la M-510 y realizar el recorrido de vuelta por el mismo sitio que la ida pero esta vez fué todo por caminos y senderos hasta el coche.

Faltando unos 6 kms aproximadamente, tengo tan buena suerta que nota que la rueda trasera está "floja", ¡¡ajá!!! estaba pinchada.

No me queda otra que echar pié a tierra para cambiar la cámara, pero a todo esto, Julio se dá cuenta que en su rueda trasera tiene un abrojo (pincho) clavado y no tiene otra cosa que quitarlo y evidentemente la rueda se comenzó a desinflar así que tuvo que, también, cambiar la cámara.

La pareja de los pinchazos
Durante este momento Ángel disfrutaba "partiéndose" de risa de nosotros y haciendo alguna que otra foto.

Apenas 10 minutos después, Julio y yo, ya estábamos listos para terminar la ruta pero habiendo recorrido 3 kms, más o menos, estábamos llegando a una gasolinera cuando noto que la rueda trasera, de nuevo, está muy muy floja así que decidimos parar e hinflar, Julio y yo, las ruedas con 3,5 kg de presión.

No me equivocaba cuando un km después me vuelvo a dar cuenta que, efectivamente, había pinchado de nuevo en la misma rueda, así que no habría mirado bien la rueda antes de poner la cámara.

En este momento y por las prisas, Ángel se adelanta para llegar antes al coche y Julio y yo vamos andando hasta él.

Apenas unos 20 minutos después, llegamos al coche y despues de tener las bicis cargadas en el portabicis, nos damos cuenta que tengo en mi rueda 3 abrojos (pinchos) así que se los quito y ya sé qué cámara debo tirar a la basura, jeje.

Lo bueno de todo es que ese mismo día por la noche, llego a casa y me encuentro con la grata sorpresa que la rueda delantera, también, la tengo pinchada, así que cómo véis ha sido una ruta magnífica pero con muy mal final para mí, jejeje


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