Aprovechando el calorcito quedamos con Manolo a las 9.00 en el Extremeño, para tomarnos el cafetito y porra pertinente antes de salir, buen desayuno para dar pedales después, jejeje.
Comenzamos la ruta atravesando todo el carril bici de Fuenlabrada y llegados a Loranca nos desviamos por unos caminos que conocía Manolo, hasta llegar al camino que borde la Radial 5 sentido hacía El Álamo.
Desde allí continuamos el camino hasta descubrir otro camino que nos llevará a atravesar por un puente la AP-41.
Pasada esta carretera sale un camino a nuestra izquierda el cual va a parar a una rotonda de la carretera M-413. Desde este punto vamos en carretera hasta Arroyomolinos, apenas unos 2 kms.
Llegados a la rotonda casi de entrada a Arroyomolinos y al peaje de la Radial 5, nos desviamos a nuestra derecha para coger varios senderos que nos llevarán por varios parques, hasta llegar a nuestro objetivo de coger pocos metros de uno de los carriles bici de Arroyomolinos.
Después de todo ello y pasando unas ruinas antes, acabamos en un camino a pies del Río Guadarrama, el cual atravesamos por un paso de apenas 10 metros, eso sí, descalzos ya.
Atravesando el Río Guadarrama |
En pleno descanso antes de adentrarnos en un nuevo sendero sin experimentar |
Ruta del Río Guadarrama |
Llegados a este punto, volvemos por el sendero hasta coger la M-404 durante unos 500 metros y desviarnos a la altura de la gasolinera a la izquierda, atravesando varias fincas privadas hasta llegar a la Urbanización Cotorredondo.
El paisaje era preciosa |
Manolo en pleno sendero |
En la misma urbanización decidimos no subir anteriormente por las trialeras y bordeamos el recinto por las calles de dentro hasta llegar a la entrada de dicha urbanización para coger el camino que nos llevará a Moraleja de Enmedio.
En Moraleja de Enmedio y debido a las molestias en la rodilla de Manolo, decidimos continuar por la carretera, eso sí por las vías de servicio y aceras, por la M-413.
Esta carretera nos lleva a pasar por debajo de la M-407 a la salida de Moraleja de Enmedio y continuar atravesando varios polígonos hasta llegar a una de las entradas a Fuenlabrada.
En este punto, Manolo y yo, nos despedimos ya que cada uno tomamos caminos distintos hasta nuestras casitas.
Finalmente llegué a casita a las 12.30 pero aunque hacía calor el tiempo nos dió una tregua bastante buena para estar en el mes de Julio.
Manolo acabó con molestias la ruta y con algo de dolor, pero normal después de una ruta sencilla pero con muchos altibajos durante el trayecto.
Otro día más y una ruta genial como siempre.
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